La energía más eficiente es la que no se utiliza
En edificios de servicios como oficinas, escuelas, y edificios sanitarios, el consumo de energía en iluminación artificial supone más del 30% del consumo total de energía.
El aumento de las tarifas electicas y la necesidad de reducir el consumo eléctrico por razones medioambientales, requiere utilizar alternativas a la iluminación artificial. Como sabemos la solución es aprovechar al máximo la luz del sol, una fuente de luz inagotable y gratuita.
Por ese motivo, el uso de sistemas de ilumiación natural se ha convertido en un factor clave en el diseño arquitectónico. Hasta hace poco todo dependía de la buena orientación del edificio, los patios, y las entradas de luz en fachadas como ventanas y claraboyas, que podríamos denominar sistemas tradicionales de luz natural.
Pero el rendimiento de estos sistemas tradicionales es insuficiente, necesitamos nuevos sistemas de iluminación natural, como tubos de luz y reflectores solares. Los proyectos de iluminación natural bien diseñados, que incorporan sistemas de luz natural eficientes, pueden alcanzar un ahorro de hasta el 40% del consumo del edificio.